Gijón

Tras mucho madrugar (mentira) y un largo viaje por los rincones más bonitos del norte de España, recalamos en Gijón, un lugar bastante grande para nuestra imaginación pues están censados alrededor de 277.000 habitantes, una cifra muy buena en comparación a otras ciudades de esta zona. Tras la visita ya acostumbrada a la oficina de información y turismo, que nos esperaban con los brazos abiertos, nos hicimos una fotito en el cartel tan majo que hay en el puerto con el nombre de la ciudad.

Gijón

Al poco llegamos a una exposición sobre Jovellanos, que además de ser un gran desconocido para nosotros, pudimos conocer algo más de su vida, y la huella que dejó en la España actual, aparte de convicciones y distinciones que se mostraban a puertas abiertas en ese recinto. Fuera se puede contemplar una de las plazas mas entrañables y bonitas del casco antiguo de Gijón.

Casco viejo de Gijón

Tras un paseíto por el casco antiguo, nos dirigimos a un acantilado, donde disfrutamos de un parque, y entre medias de estos dos, una escultura enorme, que además de ser el símbolo de Gijón fue creada por el maestro Chillida y que es curioso el efecto que hace con las olas rompiendo en el acantilado, parece que no, pero aumenta el sonido de las olas, y te hace disfrutar de sonidos relajantes, y con unas vistas preciosas hacia el horizonte con una manta animada como es el mar.

"Elogio del Horizonte", Chillida

Elogio del Horizonte

El final del agotador día concluyó en un bar muy majete, en el centro de la ciudad, con un cafecito curioso con whisky, vainilla, un barquillo... y supongo que algo de café. Además de un buen café con leche que se tomó Jing.

Café con leche y galletita

Café vienés y galletita